El caso Repsol ha demostrado varias cosas que aunque ya sabíamos debemos repetir. La depresión en marcha va a echar por tierra, de la forma más evidente posible, las mentiras del sistema liberal y capitalista... pero de ello ya tendremos tiempo de hablar.
Lo de Repsol ha sacado a la luz la hipocresía y el cinismo de los Zapatero, Rajoy y compañía. Apelan al interés patrio en forma de "campeones nacionales", al libre mercado o a la neutralidad del Estado en función de su incompetencia o de sus propios intereses que nunca suelen ir más allá de la perpetuación en el poder. Si cuando lo de Endesa Rajoy defendió la opción alemana frente a la propuesta catalana de ZP, ahora defiende la "españolidad" de Repsol a capa y espada. Y si Zapatero quiso entregar Endesa al proyecto nacionalista catalán disfrazándolo de "patriotismo económico" ahora, dicen, es partidario de que Repsol sea engullida por el voraz imperialismo económico ruso. Y por el camino los cambalaches con sus íntimos, los pelotazos que repercuten, seguro, en sus cuentas corrientes y los juegos de poder con los de su secta. Así, cuando el presidente de Repsol se hubo buscado un acuerdo con Lukoil en la Moncloa le dijeron que no, que tenían un candidato mejor, Luis del Rivero. Entonces, como todo era oculto, ZP no dudó en muñir un megacrédito para dicho señor del ladrillo a través del ICO con 42 bancos. Ahora, hace gala de liberalismo para asegurar que el Gobierno debe ser neutral en una operación del mercado.
El rey reina pero no gobierna, dicen. Pero eso no le ha impedido empeñarse como si le fuera la vida en ello en favor de Lukoil. Dicen que llamó hasta seis veces a ZP hasta convencerle. Dicen que medió constantemente con sus socios estadounidenses y accionistas de la petrolera rusa (los de la Conoco-Phillips) y que cogió el teléfono rojo para hablar con el Kremlin putiniano. ¡Qué gran patriota el Borbón! ¿Qué van a decir los de Prisa, su guardia real? La Ser o El País no tardarán en inventarse alguna justificación... si pueden, porque las cagadas de Su Majestad cada vez son más y mejores. ¿Será que chochea ya, se preguntan los Polancos? ¿Hay que "sugerir" ya el tranquilo traspaso de poderes a Felipe, se preguntan los Cebrianes?
Pero ¡ay!, cuando todo se derrumba aún nos quedan egregios patriotas como don José María... se dicen los peperos recalcitrantes. ¡Aznar, vuelve, Expaña te necesita!... le gritan sus menguantes huestes. Y Aznar les responde que tranquilos, que en seguida se pone manos a la obra para buscar la salida más favorable a los intereses nacionales. No temáis. Pero se confunde y las manos las mete en la masa, tira de amigotes en Trípoli y en Moscú para traerse dos "campeones extranjeros" a los que entregar cautiva y desarmada Repsol. Qué acto más patriota es entregar el control del abastecimiento energético de Expaña a Gadafi o a Putin. ¡Joder qué tropa!
Lo de Repsol ha sacado a la luz la hipocresía y el cinismo de los Zapatero, Rajoy y compañía. Apelan al interés patrio en forma de "campeones nacionales", al libre mercado o a la neutralidad del Estado en función de su incompetencia o de sus propios intereses que nunca suelen ir más allá de la perpetuación en el poder. Si cuando lo de Endesa Rajoy defendió la opción alemana frente a la propuesta catalana de ZP, ahora defiende la "españolidad" de Repsol a capa y espada. Y si Zapatero quiso entregar Endesa al proyecto nacionalista catalán disfrazándolo de "patriotismo económico" ahora, dicen, es partidario de que Repsol sea engullida por el voraz imperialismo económico ruso. Y por el camino los cambalaches con sus íntimos, los pelotazos que repercuten, seguro, en sus cuentas corrientes y los juegos de poder con los de su secta. Así, cuando el presidente de Repsol se hubo buscado un acuerdo con Lukoil en la Moncloa le dijeron que no, que tenían un candidato mejor, Luis del Rivero. Entonces, como todo era oculto, ZP no dudó en muñir un megacrédito para dicho señor del ladrillo a través del ICO con 42 bancos. Ahora, hace gala de liberalismo para asegurar que el Gobierno debe ser neutral en una operación del mercado.
El rey reina pero no gobierna, dicen. Pero eso no le ha impedido empeñarse como si le fuera la vida en ello en favor de Lukoil. Dicen que llamó hasta seis veces a ZP hasta convencerle. Dicen que medió constantemente con sus socios estadounidenses y accionistas de la petrolera rusa (los de la Conoco-Phillips) y que cogió el teléfono rojo para hablar con el Kremlin putiniano. ¡Qué gran patriota el Borbón! ¿Qué van a decir los de Prisa, su guardia real? La Ser o El País no tardarán en inventarse alguna justificación... si pueden, porque las cagadas de Su Majestad cada vez son más y mejores. ¿Será que chochea ya, se preguntan los Polancos? ¿Hay que "sugerir" ya el tranquilo traspaso de poderes a Felipe, se preguntan los Cebrianes?
Pero ¡ay!, cuando todo se derrumba aún nos quedan egregios patriotas como don José María... se dicen los peperos recalcitrantes. ¡Aznar, vuelve, Expaña te necesita!... le gritan sus menguantes huestes. Y Aznar les responde que tranquilos, que en seguida se pone manos a la obra para buscar la salida más favorable a los intereses nacionales. No temáis. Pero se confunde y las manos las mete en la masa, tira de amigotes en Trípoli y en Moscú para traerse dos "campeones extranjeros" a los que entregar cautiva y desarmada Repsol. Qué acto más patriota es entregar el control del abastecimiento energético de Expaña a Gadafi o a Putin. ¡Joder qué tropa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario